¿Por qué el jamón ibérico es una joya de la dieta mediterránea?

03 May ¿Por qué el jamón ibérico es una joya de la dieta mediterránea?

El jamón ibérico es uno de los alimentos más reconocibles de la gastronomía en España. Se obtiene únicamente de cerdos de raza ibérica, que tienen un tamaño medio, recogido, y un color oscuro. Estos animales se crían en las dehesas ibéricas y viven su última fase de engorde en el campo, durante la montanera.
En ese aspecto radica una de las principales diferencias entre jamón ibérico y jamón serrano. El segundo, también de muy buena calidad, procede de cerdos de raza blanca. Los cerdos ibéricos se alimentan de bellotas, pastos y otros frutos en el campo.

Un alimento más saludable

A pesar de ser un alimento muy calórico, el jamón ibérico es excepcionalmente rico en grasas insaturadas, las grasas buenas. Su contenido en ácido oleico es también muy elevado y eso contribuye a reducir el colesterol malo.
Por otra parte, es una fuente importante de proteínas, con 30 gramos de este nutriente por cada 100 de producto. Minerales y vitaminas están muy presentes en el jamón ibérico: calcio, fósforo, magnesio, zinc y vitaminas el grupo E y B.

Producto que hace patria

Más allá de los beneficios nutricionales, lo más destacable del jamón ibérico, y es por lo que es considerado una joya, es por su sabor diferencial, ese toque umami que adquiere la carne de cerdo al curarse y actuar con las enzimas que acaban convirtiéndose en aminoácidos y glutamato.
Un emblema de la gastronomía española que, además, es un elemento de fijación del territorio en zonas rurales y despobladas. La dehesa es un ecosistema estrechamente vinculado al mundo de la ganadería. El mejor lugar del mundo para que los cerdos ibéricos pasten durante meses, engorden consumiendo alimentos de primera calidad y más tarde, todo ese buen hacer se vea reflejado en el jamón ibérico.